Más de 180 editores y redactores procedentes de 19 países se reunieron en Bogotá, Colombia, para participar a la primera edición de la conferencia América Latina, organizada por la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA), que se llevó acabo del 9 al 10 de marzo.
“La libertad de prensa en América Latina se ve amenazada por leyes represivas, la censura, la falta de acceso a la información y la falta de diversidad”, declaró Catalina Botero, Relatora Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Sin embargo, el principal problema de la región es la violencia contra los periodistas y la impunidad con la que se ejerce”, explicó. “Las autoridades no ven lo que no quieren ver”.
Ante el encarcelamiento y deportación de periodistas independientes y la inexistencia de libertad de expresión, una nueva generación de cubanos se ha lanzado a bloguear, en lo que puede ser “un rayo de esperanza”, según afirmó el periodista cubano exiliado José Luis Garcia Paneque. A pesar de un acceso a Internet extremadamente limitado y de la fuerte censura, esto demuestra que se ha producido un cambio generacional y “simboliza el camino de un país aislado como es Cuba hacia el siglo XXI”, declaró.
“En México estamos sufriendo una guerra”, afirmó Rocío Gallegos, periodista de El Diario de Juárez, un periódico que ha alzado la voz de forma contundente en la batalla contra los cárteles de la droga, la corrupción y el caos. En los últimos tres años, dos periodistas de El Diario han sido asesinados por los cárteles de la droga y desde el año 2000 han sido asesinados más de 64 periodistas en todo el país. Más del 90% de los casos no se ha resuelto y los autores de los delitos siguen en libertad.
“Los autores de ataques, secuestros y asesinatos de periodistas actúan con total impunidad. El problema ha alcanzado tales dimensiones que está influyendo en las estrategias empresariales y editoriales de los diarios mexicanos”, dijo la periodista mexicana. El diario llamó la atención del mundo entero el año pasado con un editorial dirigido a los traficantes donde les preguntaba: “¿Qué quieren de nosotros?”.
Aunque los gobiernos digan que no practican la censura, no todos ellos siguen estándares exigentes en este sentido.
“La censura es la influencia del Estado en el contenido de los medios de comunicación”, explicó Carlos Cortés Castillo, ex-director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP (Colombia). “En este sentido, no se trata de una tendencia de la región, pero en algunos países observamos elementos que nos inducen a pensar que algunos gobiernos sí siguen esta estrategia”. Cortés Castillo citó una serie de leyes aprobadas en Bolivia, Ecuador, Venezuela y Argentina cuya aplicación podría censurar a la prensa. “Estas leyes tienen un efecto paralizante”, afirmó Cortés Castillo.
“Los gobiernos de todo el mundo gastan miles de millones de dólares en publicidad, pero la falta de control puede desembocar en abusos”, explicó Eleonora Rabinovich, directora del Programa de Libertad de Expresión de la Asociación para los Derechos Civiles, ADC (Argentina). “Los gobiernos pueden recompensar a los medios que apoyan sus políticas inundándolos de publicidad y castigar a otros medios retirándola”.
“Se trata de un problema muy complejo y difícil de detectar”, dijo Rabinovich, cuyas investigaciones demuestran que el gasto oficial de los gobiernos es un negocio en crecimiento. “En México, aumentó en un 500% entre 2006 y 2009 y, en Argentina, un 1.300% entre 2003 y 2009”, según explicó Eleonora Rabinovich.