Cada vez se publica en más medios, los cierres son más ajustados y el volumen de fotografías que se introducen en el sistema –a veces varios millares al día– sigue aumentando. Ante estas circunstancias, el uso de un sistema de procesamiento automático de la imagen se convierte en una necesidad. Con un índice de éxito del 90% o más, estos sistemas automáticos garantizan una elevada calidad en la optimización de la imagen a una velocidad inusitada y con la máxima estabilidad, y requieren solo de una inversión moderada.