"La vida es más importante que un titular"
María Teresa Ortega lo ha comprobado muchas veces. Como editora de noticias locales del AM de León en Guanajuato, México, ha sufrido ataques dos veces en su trayecto de vuelta a casa desde el trabajo, y ha vivido en primera persona el aumento de la delincuencia relacionada con el tráfico de drogas y el crimen violento.
"Normalmente salgo del trabajo justo antes de medianoche y aunque sólo tengo un recorrido de diez minutos hasta casa, siempre tengo miedo", dice Ortega, "especialmente por ser la editora de una sección sobre actividad policial".
Ortega fue una de los diez editores y 11 periodistas que participaron en una capacitación de seguridad en la Ciudad de México del 4 al 7 de diciembre, organizada por WAN-IFRA (la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticas) y la alianza ACOS (siglas de “A Culture of Safety”, Una Cultura de Seguridad), con apoyo de Artículo 19.
Los talleres de seguridad a menudo se centran en cómo proteger a los periodistas, tema que esta sesión también se trató, pero dejan de lado otro componente importante: el trabajo con los editores. Al ser los encargados de asignar los trabajos y las personas de contacto de los reporteros que informan desde entornos hostiles, los editores también necesitan herramientas para proteger a los periodistas y protegerse ellos mismos.
"Puedes formar a periodistas, y eso es estupendo", afirma Elisabet Cantenys, directora ejecutiva de la alianza ACOS, "pero el editor es la persona que mide los riesgos que debería estar tomando el periodista y, en última instancia, la persona que podría salvar su vida."
Para Cantenys, tener en cuenta el contexto local fue esencial para organizar la capacitación, por lo que su organización trabajó con miembros locales del Programa de Fortalecimiento de Medios y Sociedad (SMS) de WAN-IFRA para asegurar que los formadores abordasen las medidas de seguridad apropiadas a la realidad local.
"A veces la neutralidad de ser una persona externa puede tener sus ventajas", dice Cantenys. "Pero para hacer algo relevante, una organización internacional como la nuestra necesita una conexión local". Es por eso que se solicitó a los editores su opinión antes de la capacitación, información que los formadores Keith Garbett y Brian Lynn usaron para adaptar el contenido.
El grupo se formó en técnicas básicas de seguridad, como primeros auxilios, autodefensa, conciencia situacional, contra-vigilancia, disturbios civiles, trauma y autocuidado. Los editores recibieron una formación específica para poder concienciar en las redacciones periodísticas sobre la importancia de los protocolos de seguridad, y sobre cómo incorporar medidas de seguridad en coberturas específicas.
La capacitación también enfatizó el protocolo y los consejos de seguridad para cubrir campañas políticas y elecciones, especialmente útil ahora que México se prepara para las elecciones presidenciales de 2018, un contexto en el que los periodistas se enfrentarán a desafíos relacionados con la presión y la seguridad. México ha sido el país con más periodistas asesinados en 2017, como recoge Reporteros sin Fronteras, con 11 trabajadores de medios que han perdido la vida este año. La organización clasifica a México como número 149 en su Índice Mundial de Libertad de Prensa.
Para los participantes, la capacitación fue útil tanto a nivel personal como profesional: a menudo en México, estos dos aspectos de la vida se superponen por lo que se refiere a la seguridad personal. Ortega dice que ahora se siente más preparada para lo que pueda interponerse en su camino.
"Ahora soy más consciente de que debo tomar medidas para prevenir riesgos", dice. "Recibí consejos sobre cómo reaccionar ante ataques u otras situaciones de violencia y ahora reconozco la importancia de la comunicación entre los miembros del equipo editorial para mantenernos todos a salvo".
El programa SMS es un proyecto de dos años para fortalecer estrategias digitales, empoderar a mujeres editoras y combatir los desafíos a la libertad de prensa. Incluye 160 profesionales de medios de comunicación de más de 80 medios de 12 países y está financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca.
Texto por Colette Davidson