En el marco del Día Mundial de la Mujer, WAN-IFRA entrevistó a cuatro mujeres prominentes en la industria de los medios en América Latina para conversar sobre sus experiencias a lo largo de sus distintas trayectorias profesionales, identificar los desafíos que pueden llegar a enfrentar dentro de la industria y evaluar si éstos tienen un impacto sobre el contenido periodístico hoy en día.
Según el reporte del Proyecto Global de Monitoreo de Medios, entre 2000 y 2015, el porcentaje de mujeres en medios como periódicos, radios y televisión aumentó del 27% al 41%. No obstante, en 2011, el IWMF afirmó que había el doble de hombres trabajando en los medios de Argentina, Chile, Costa Rica y Ecuador. Por su parte, el BID informó en 2016 que las mujeres en altos cargos empresariales en América Latina siguen estando subrepresentadas, ocupando tan sólo el 9.2% de los puestos ejecutivos, el 8.5% de los puestos en las juntas directivas y el 4.2% de las direcciones gerenciales (CEOs). Aunado a esto, la desigualdad salarial es un tema que sigue estando presente en buena parte del continente.
Isabel Amorim, Directora de Mercado y Digital en Editora Abril, una de las principales casas editoriales en Brasil y empresa editora de Veja, una de las revistas de mayor tiraje e influencia en el país, afirma que lo anterior es una realidad en los medios informativos latinoamericanos. Ella le atribuye una explicación a un conjunto de factores, entre ellos, la inclusión tardía de las mujeres en América Latina a la fuerza laboral.
“En América Latina los principales periódicos son dirigidos por hombres, hay pocas mujeres que dirijan redacciones,” afirma Amorim. “Creo que es una cuestión de edad: quizás necesitamos esperar una nueva generación para que entren más mujeres al mercado de los medios. Como las mujeres entraron más tarde al mercado de trabajo, hay una mayor cantidad de candidatos hombres con la experiencia necesaria para los niveles gerenciales en la industria periodística. Pero esta tendencia quizás cambiará en 10,15 años.”
“En América Latina los principales periódicos son dirigidos por hombres, hay pocas mujeres que dirijan redacciones,” Isabel Amorim Sicherle
Por su parte, Ginna Morelo, Directora de la Unidad de Datos de El Tiempo, el diario colombiano de mayor circulación, y Presidenta del Consejo de Redacción, una asociación que promueve el periodismo de investigación y el trabajo colaborativo entre periodistas, avanza un factor tecnológico detrás de este desequilibrio. “Tiene que ver con la apropiación tecnológica. Hace falta que las mujeres se involucren en áreas que venían siendo exclusivas para los hombres, como la parte tecnológica,” sostiene Morelo.
Los medios se encuentran en una era de transformación debido a la incidencia de la tecnología y “las tecnologías son indispensables para pensar el negocio desde los sostenible”, reitera. La falta de acceso a la creación tecnológica es una realidad, que pone a las mujeres en una posición de inferioridad al momento de aspirar a puestos de alta gerencia.
A la par del reto tecnológico se encuentra también un desafío comunicacional en las empresas. Las áreas gerenciales de los medios de comunicación suelen ser círculos cerrados de flujo de información compuestos casi exclusivamente por hombres. Para las pocas mujeres a niveles similares de jerarquía, esto representa una gran limitante que puede afectar su evolución profesional.
Las áreas gerenciales de los medios de comunicación suelen ser círculos cerrados de flujo de información compuestos casi exclusivamente por hombres. Una limitante que afecta la evolución profesional de sus pares mujeres.
“Los hombres tienen a veces una relación muy de ‘club de hombres’. Las mujeres tienen que encontrar una manera de entrar en este mercado como participantes del club. Pero hay que transformar ese club en un club de profesionales. Hay que encontrar una nueva forma de comunicarse, incluso informalmente. Participar de una manera en la cual no te sientas como una intrusa”, explica Amorim.
La desigualdad en el acceso a puestos de alto nivel en la industria periodística, a la cual se suma la desigualdad salarial en gran parte del continente, representan un enorme desafío para los principios de igualdad y libertad que deberían caracterizar a las sociedades democráticas. Pero también son un desafío para el negocio de los medios.
Women in News, un programa internacional pionero de WAN-IFRA dedicado a promover el liderazgo de las mujeres en la industria de las noticias, lanzó un informe en 2016 donde declara que existe una correlación entre diversidad en el liderazgo y el éxito financiero. Los casos de 89 empresas europeas analizadas demuestran que mientras más mujeres haya, tanto en puestos ejecutivos, como al interior de los consejos directivos, mayor será el porcentaje de rendimiento del capital y crecerá en mayor medida el precio de las acciones de la empresa. Por su parte, aumenta la calidad de los productos periodísticos y se tiene acceso a fuentes de ingresos más diversas.
Existe una correlación entre diversidad en el liderazgo y éxito financiero de las empresas.
Ante lo anterior y como sugiere Andiara Petterle, Vicepresidenta Ejecutiva de Desarrollo de Producto y Operaciones en Grupo RBS, el principal grupo de medios del sur de Brasil, quien además será ponente en el Women in News Summit los próximos 6-8 de junio durante el Congreso Mundial de Medios Informativos de WAN-IFRA, las iniciativas de empoderamiento y la promoción de los liderazgos femeninos se vuelven menester a la hora de intentar generar un cambio hacia una mayor igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a altos puestos ejecutivos y en condiciones salariales.
Esto es aún más relevante si se toma en cuenta el escenario por el que atraviesa el periodismo actualmente. “En los momentos de crisis del periodismo, el que lleguen más mujeres a desempeñar cargos de alta dirección supone más ojos observando el rol que vamos a jugar y las decisiones que tomemos: si desembocan o no en puerto seguro”, anota Morelo.
Ejemplo de lo anterior son los reconocimientos Women to Watch, una plataforma global para líderes en las áreas de la comunicación y el marketing, que busca inspirar y motivar a las mujeres en roles similares a nivel mundial. Petterle obtuvo dicho reconocimiento en 2017. Actualmente trata de replicar este modelo en Grupo RBS al fomentar la creación de grupos para que las minorías dentro de la organización puedan sentirse escuchadas y representadas.
Aunado a los obstáculos que puedan existir en las áreas gerenciales, también existen retos editoriales al interior de la redacción. Estos retos pueden traducirse en las prácticas periodísticas de una redacción o en las decisiones editoriales y de cobertura noticiosa.
Mónica Almeida, Jefa de Redacción para la oficina regional en Quito y Fundadora de la Unidad de Investigación en El Universo, uno de los diarios más grandes de Ecuador, afirma que, cotidianamente, en los medios existe una discriminación inconsciente por medio del lenguaje y el estilo que se utilizan en la cobertura periodística y en la redacción de la noticia. Por ejemplo, el simple hecho de hacer alusión a las mujeres por medio de su nombre en vez de su apellido, como se hace para los hombres. Almeida ha tratado de cuidar estos detalles en las coberturas de El Universo.
Como apunta Morelo, muchas veces es difícil para las mujeres sugerir ciertos temas e incidir en la línea editorial del medio. Algunas temáticas son consideradas delicadas. Morelo afirma que las mujeres en puestos editoriales suelen inclinarse hacia “agendas plurales”, intentando desplazar “la mirada hacia la temática social, a eso que interesa al ciudadano de a pie. Nos alejamos de los tradicionales temas de corrupción y política,” explica. No siempre es fácil. Según Almeida, “incluir el feminismo o temas sociales en los medios puede llegar a ser un reto porque la sociedad lo puede recibir como algo extremo y como medio es difícil hablar de esos temas sin ser señalado.”
Para enfrentar estos obstáculos, Morelo propone iniciativas de inclusión que inviten a sectores u organismos de la sociedad civil, externos al medio, a definir las temáticas a cubrir: “hay que abrir las discusiones en las salas de redacción a diferentes grupos para incorporar en las decisiones editoriales a personas que no necesariamente son periodistas y que pueden dar mejores y mayor perspectiva de ciertos temas.”
En ese sentido, el Consejo de Redacción hizo un ejercicio llamado Con Enfoque, a través del cual se integraron a la junta editorial representantes de organizaciones diversas como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el gobierno sueco, quienes propusieron las historias y enfoques en temas de género, mientras los periodistas del Consejo asumieron el papel de reportear y buscar dichas historias.
“Es cambiar la forma de ver los temas y darle mayor participación en la sala de redacción al ciudadano que ocupa otros liderazgos en la sociedad. Yo creo que aquí podríamos encontrar claves a estudiar. Los lugares comunes abundan cuando hablamos de temas de género y se notan vacíos de información,” afirma Morelo.
Nuestras cuatro entrevistadas coinciden en que a pesar de que en América Latina ha habido un avance en temas de igualdad de género, aún nos falta un gran camino por recorrer para que las mujeres estén igualmente representadas e incorporadas en la industria de los medios y en la producción de contenidos.
Una clave para el cambio no deja de ser la voluntad de llevarlo a cabo internamente en las empresas. “El respeto y la igualdad tienen que ser genuinos e internos. Esto, desafortunadamente no pasa en todas las empresas de medios. Hablar de igualdad y respeto afuera cuando internamente no lo tienes, para mí no hace ningún sentido”, concluye Amorim.
Texto por Andrea Rodríguez y Daniela Peña