Siete periodistas han sido asesinados en México en lo que va de año, según el registro de muertes que lleva IPI (Death Watch). México fue el país más peligroso del mundo para los profesionales de medios en el año 2011, con doce periodistas asesinados. El registro de IPI revela asimismo que desde que el Gobierno federal declarara la guerra a los carteles de la droga en 2006, han muerto de forma violenta 57 periodistas; más del doble que en el período 1997-2005.
“Apreciamos que Peña Nieto pretenda enfrentarse a los numerosos desafíos que supone abordar el nivel de violencia extremo que asola numerosas ciudades mexicanas. Aún así, le instamos a que el fin de la violencia contra los periodistas se convierta en una de las prioridades de su administración, ya que tiene consecuencias serias y duraderas en toda la población mexicana”, dijo Anthony Mills, subdirector de IPI.
“Durante el discurso que pronunció tras su victoria preliminar, Enrique Peña Nieto insistió en que la suya sería una presidencia comprometida con ‘la democracia’, ‘las libertades’ y ‘la transparencia’ ”, subrayó Alison Meston, directora de Libertad de Prensa de WAN-IFRA. “Queremos señalar que esto solo será posible si se pone fin a la impunidad y la violencia que están actualmente afectando la labor de la prensa mexicana en todo el país”.
En el atentado más reciente, Armando Montano, un joven periodista que trabajaba como pasante para The Associated Press (AP), fue hallado muerto en Ciudad de México el pasado sábado 30 de junio.
Según fuentes informativas, el cadáver de Montano fue hallado en la madrugada del sábado en el ascensor de un edificio residencial de la Colonia Condesa, cerca de su hogar. Si bien los motivos del asesinato del periodista no se conocen por el momento, las autoridades mexicanas han abierto una investigación para determinar las circunstancias del crimen, investigación que la embajada de Estados Unidos está siguiendo de cerca.
Armando Montano, de 22 años, había llegado a la capital mexicana a principios de junio, tras finalizar su licenciatura en español y su especialización en estudios latinoamericanos en el Grinnell College. En el momento de su muerte no estaba cubriendo ninguna noticia, según información de AP.
Durante su estancia en Ciudad de México, Montano informó sobre un tiroteo contra tres policías federales en el aeropuerto de la capital. Tras finalizar sus prácticas, planeaba ir a la Universidad de Barcelona para realizar allí un master en periodismo.
“Hoy por hoy, no hay elementos para creer que la muerte de Armando este ligada a su trabajo periodístico”, dijo Marjorie Miller, directora de América Latina para AP. “Hasta ahora, las autoridades mexicanas han tomado las acciones adecuadas en este caso”.
Mientras esperan la confirmación de que la muerte de Montano no estuvo ligada a su trabajo periodístico, WAN-IFRA e IPI expresaron su inquietud por dos otros ataques contra la prensa.
El periodista mexicano Rafael Said Hernández, director de la revista semanal política Revista Tucán, fue víctima de un ataque violento el pasado 24 de junio en la ciudad de Oaxaca, al sureste de México, según informó el Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET). El periodista fue apuñalado en el pecho fuera de su casa. Si bien el estado de salud es estable, Hernández sufrió serias hemorragias.
Según informes, las autoridades mexicanas detuvieron tras la agresión a tres sospechosos, que la policía identificó como Ernesto Gerardo García, de 44 años, Daniel Amador Martínez, de 34, y Emilio Martínez Cortés, de 29.
CEPET informó de que Esperanza Hernández, madre del periodista y testigo de los hechos, declaró a los medios locales que, antes de acuchillarlo, los agresores le habían dicho a su hijo que lo iban a matar por su “revistita”.
IPI y WAN-IFRA manifestaron asimismo su inquietud ante la desaparición del reportero gráfico mexicano estadounidense Zane Alejandro Plemmons Rosales, y ante la incapacidad de las autoridades mexicanas para esclarecer su paradero. El reportero desapareció en la noche del 21 de mayo en Nuevo Laredo, al norte del país, tras haber salido de la habitación de su hotel para informar sobre un tiroteo escuchado en las cercanías.
Según empleados del hotel, dos hombres armados y enmascarados entraron en la recepción del establecimiento alrededor de las 3 de la mañana, pidieron la llave de la habitación de Plemmons y se llevaron todos sus objetos personales. Desde entonces se desconoce su paradero.
Zane Alejandro Plemmons Rosales se había trasladado a Mazatlán, en Sinaloa, al noroeste de México, para trabajar para El Debate, un periódico local, cubriendo el cartel de Sinaloa. Fue El Debate quien hizo pública su desaparición el pasado 22 de junio.
La familia del periodista contó a los medios locales que Plemmons había ido a trabajar y a visitar a unos familiares a Nuevo Laredo, estado de Tamaulipas, sede central y baluarte del cartel de los Zetas. Al no acudir a sus visitas a la hora prevista, su familia alertó de su desaparición a las autoridades mexicanas y estadounidenses.
En una resolución adoptada unánimemente por la Asamblea General Anual de IPI el 25 de junio de 2012, en Puerto España, Trinidad y Tobago, sus miembros exigían al Gobierno federal que proteja a los periodistas y acabe con la impunidad que ampara a sus asesinos.
“Mientras la violencia aumenta y la corrupción del gobierno persiste a nivel municipal y estatal, los periodistas mexicanos corren más peligro que nunca. Temiendo por su seguridad, cada vez más periodistas y empresas de medios dejan de informar sobre los carteles de la droga y el crimen organizado. Esta autocensura limita seriamente el derecho de los ciudadanos mexicanos a ser informados sobre cuestiones de relevancia pública, y atenta con ello contra la misma democracia”, lee la resolución, y añade: “Los miembros de IPI aseguraron ser conscientes de la complejidad del desafío que supone la seguridad pública en México”.